El Amor, un Mini-Tratado – Parte 3 de 4

amor

En la primera mitad (artículos uno y dos) de este de este artículo exploro las razones del porqué estamos separados del amor y cómo podríamos acercarnos a él.

En esta sección utilizo una categorización sencilla para llevar a la práctica ciertos aspectos del amor.

Los Aspectos del Amor

Según Franz Bardon, en Qabalah, se asocia un pilar del árbol de la vida a la compasión (o agua) y el pilar opuesto a la severidad (o fuego), ambas energías aparentemente incompatibles, pero ambas como caras de una misma moneda.

Muchas veces asociamos el concepto de amor a su aspecto más bien femenino: a la dulzura, el cuidado, el cariño, etc, es decir al aspecto compasión. Pero igual de importante es considerar que es necesario también el aspecto severidad, que trae cualidades como los límites, el orden y la responsabilidad.

Tomemos el clásico ejemplo de la crianza. Si somos excesivamente compasivos, es decir, relajados con las demandas prácticas, permisivos, sobreprotectores, etc., las posibilidades de que nuestros hijos tiendan hacia la tiranía son mayores.

Asimismo, si somos excesivamente severos, es decir, demandantes, estrictos, castigadores, etc., las posibilidades de que nuestros hijos tiendan hacia el ostracismo son mayores.

Es probable que la mayoría de nosotros pueda reconocer que, en este escenario, se precisa de una mezcla de ambas cualidades.

Pero ¿hay algún escenario donde no se requiera de un balance?

Estoy haciendo referencia a las fuerzas que dan existencia a la realidad bajo un sinnúmero de tradiciones o filosofías, y que señalan que se requiere del equilibrio de ambos aspectos, femenino y masculino, para la correcta manifestación de cualquier fenómeno.

Completando el Mapa

Siguiendo el mapa de la Qabalah, aquel elemento armonizante o equilibrante es el aire, asociado con la inteligencia, la consciencia y la luz. El elemento aire indica la necesidad de saber utilizar, los aspectos de severidad y compasión de forma adecuada, proporcional, apropiada y contingente.

En Sanación Pránica se asocia este elemento a la virtud de percepción precisa, es decir, la capacidad de ver lo que es por lo que es, objetivamente. Esto es sinónimo de desidentificación, ya que en el proceso de desidentificación estamos recuperando nuestra atención del objeto en cuestión; estamos tomando consciencia, trayendo luz hacia adentro, donde antes no había.

Para completar el recuadro de los elementos, debemos considerar los elementos faltantes de la tierra (la manifestación más concreta de los elementos fuego, agua y aire) y el Éter o Espíritu (el origen y recipiente de todos los elementos, el Principio Animante De Toda La Creación).

Es este último el que engloba a todos los demás elementos, y el que podría parecerse al concepto de amor al que me he estado intentando referir.

Cultivando Amor

¿Cómo acercarse al amor? ¿Por Dónde Comenzar?

Por donde sea contingente.

Muchas veces nos inspira hacer algo por el mundo, pero no nos damos ni cuenta de la violencia con la que tratamos a nuestros seres queridos. Es decir, no basta la intención por loable que sea si no tenemos antes ciertas bases cubiertas. Aquello a lo que quiero aludir acá es que antes de poder crecer, debemos estar sanos; antes de expandir, las fundaciones deben ser sólidas.

Podríamos acercarnos a una experiencia más holística del amor mediante aquello que sea contingente para cada uno: Si en la mayoría de los aspectos de mi vida predomina la compasión, querré enfocarme en el orden, y viceversa.

Es recién cuando se han conocido ambas polaridades que podemos empezar a discernir. Solo después de vivir la experiencia sabemos; antes de ello solo imaginamos.

Es así como nuestra consciencia se va expandiendo, percibiendo y discriminando más de la realidad, para eventualmente dejar de arrancarnos de aquello que nos corresponde, o dejar de perseguir aquello que no.

El amor literalmente nos expande a nuevas formas de ser más completas, más integradas, más armónicas, lo cual puede expresarse en cualquiera de sus aspectos de pragmatismo (tierra), compasión (agua), severidad (fuego) o inteligencia (aire).

Una Posible Guía

Estos aspectos nos pueden también guiar en evaluar alguna situación, por ejemplo, podemos considerar:

  • Aspecto pragmatismo (tierra):
    • Capacidad de concretar tareas simples y rutinarias.
    • Presencia de energía y entusiasmo para llevar a cabo las actividades del día.
  • Aspecto severidad (fuego):
    • Establecer límites sanos y acuerdos legítimos.
    • Hacerse cargo de nuestras responsabilidades, y no de las de otros.
  • Aspecto compasión (agua):
  • Aspecto inteligencia (aire):
    • Reaccionar apropiadamente (en forma y plazos) ante eventos estresantes.
    • Reconocer claramente la acción a seguir, o saber cuándo toca simplemente aceptar lo que es.

Es posible, mediante el uso de esta simple guía, encontrar aquellos aspectos en nuestras vidas que requieran atención o mayor consciencia.

Creo que queda en evidencia que, si las cualidades del amor se expresaran en nuestras vidas, éstas estarían repletas de realización, gozo y paz.

Este artículo culmina en una cuarta parte. Puedes encontrar el primer artículo de esta serie acá.