El Amor, un Mini-Tratado – Parte 4 de 4

amor

Habiendo realizado en las secciones anteriores (partes uno, dos y tres) un breve viaje hacia el reconocimiento del amor y sus posibles formas, finalizo este artículo rescatando el mensaje que el amor puede traer a nuestras vidas.

La Invitación del Amor

La invitación del amor es una invitación a crecer, a evolucionar, lo cual no puede ocurrir mecánica o automáticamente. Requiere de voluntad. Realmente, es una invitación a vivir, a experimentar la vida de lleno, según nuestras posibilidades contingentes.

Este camino no tiene una forma específica, y por lo mismo no puede ser contenido en dogma. Juego y orden, dureza y cariño, cambios y rutina, honestidad y autoengaño, descanso, desafío, crecimiento, flujo, dicha, pena… la vida toda cabe en él, ¡porque es el amor la base de toda la vida!

Solo que nos olvidamos.

Creo que, si nos aplicáramos genuinamente al recogimiento, a la desidentificación de las formas, a recuperar la atención del ambiente, inevitablemente, conoceríamos más del amor. Tal vez incluso llegar a conocer su verdad de forma tan evidente que se haga incuestionable, como un lugar sólido dentro de cada uno desde donde se pueda descansar y recargar energías (ya que toda la existencia se sostiene desde ahí mismo). Como un océano de paz.

Como si solo faltara que nos permitiéramos profundamente ser amables, y aceptar la inevitabilidad del amor, recordándola en cada instante.

El amor es algo por lo que luchar, pero ¡amorosamente!

¿Contra qué luchamos? Contra aquello en uno que uno no es. Citando a Rupert Spira: “el amor es la ausencia de la persona”.

El Amor en las Relaciones

Si pudiéramos extender el anterior entendimiento a las distintas categorizaciones tradicionales de amor que menciono en la primera parte de este artículo (filial, fraternal, romántico y universal) podríamos descubrir y velar por el amor en nuestras relaciones también. Y dejar de darlo por sentado.

Al ir más allá (o más acá realmente) de las identificaciones podemos dejar de ver al otro como una idea, un logro, una meta, un cúmulo de formas, emociones o pensamientos.

Hace mucho sentido que solo mediante un trabajo sobre si o de autoconocimiento podamos lograr algo así, ya que solo podemos aceptar un aspecto del otro cuando hemos aceptado ese aspecto en nosotros mismos, cuando nuestras identificaciones ya no se interponen en el camino.

Expresiones de Amor

Las cualidades del amor podrían empezar a manifestarse en nuestras relaciones de formas que nos parecieran utópicas, pero que son posibles, por ejemplo:

  • Siendo capaces de sostener la propia incomodidad personal, los miedos, las inseguridades, las frustraciones, etc. sin expresarlas de forma dañina al otro.
  • Haciéndose responsable por lo propio sin chantajear emocionalmente al otro.
  • Ofreciendo apoyo al otro, pero sin hacerse cargo de aquello que no corresponde; confiando en la propia capacidad del otro.
  • Mostrando los límites de forma clara, firme y a la vez cariñosa.
  • Permitiéndose la vulnerabilidad.
  • Aceptando que el amor no está ganado, sino que es una energía que debe ser sostenida por el intento de todas las partes.
  • Reconociendo que el otro es libre de sostener o no una relación con uno, y que ni lo uno ni lo otro dice algo sobre uno mismo (o del otro).
  • Dándonos cuenta de los momentos donde uno puede sostener al otro, y cuando necesitamos ser sostenidos.
  • Permitiendo que, así como uno busca su propia realización, el otro también pueda realizarse, y a su propia manera.
  • Creando un espacio común donde las partes puedan encontrarse, nutrirse, reponerse y encontrar paz y dicha.
  • Sosteniendo la honestidad con uno mismo, para que la honestidad prime en la relación.
  • Reconociendo los errores o faltas, a sabiendas que todos estamos en el intento.

En una relación amorosa tenemos la posibilidad de reconocer la esencia de la creación en la cara de la otra persona y en uno mismo. Esto es lo que sin falta nos une.

Nótese que no estoy señalando ningún tipo de relación particular (filial, romántica, etc), ya que estas formas aplican a cualquier de ellas, incluso a la relación con uno mismo (o con partes de uno mismo).

El Amor Más Allá de las Definiciones

¿Qué es el amor?

El amor no es antónimo de odio. El odio es solo una manifestación de la falta de amor, o del exceso de identificación.

Tampoco es antónimo de miedo. El miedo es solo una emoción que acompaña a la identificación (porque al identificarnos nos hemos apropiado de algo, y consecuentemente temeremos perderlo).

Amor podría ser antónimo de maldad, si entendemos a la maldad como la mecanicidad, la fuerza involutiva, el impulso de estar afuera en las formas (por esto es por lo que J.R.R. Tolkien representa a Sauron, la maldad, como un ojo que solo puede mirar hacia afuera, que no puede verse a sí mismo).

Pero incluso esto sería poner al amor en una definición dualista. El amor al que busco referirme trasciende incluso aquello.

El amor es una fuerza primordial toda-contenedora que nos mueve a crecer mediante el confrontamiento con aquellas partes de nosotros mismos que podemos trascender. En este proceso vamos simplemente reconociendo más claramente su presencia en nuestras vidas.

Amor es sinónimo de Dios, de Consciencia, de Ser. Solo a la mente le importa la definición, pero la mente no puede aprehenderlo. Más bien importa ir a validar la experiencia, ¡ferviente y corajudamente!, y permitir que surja en uno.

El Amor, Ahora

La invitación del amor no es una idea lejana o compleja que debamos comprender. Está siempre cerca, acá, a disposición. Está presente en cada momento, en cada situación, como una posibilidad a la cual vivimos ciegos producto de nuestra inconsciencia.

Podemos buscarle en breves momentos, atisbos de lucidez donde podamos plantearnos: ¿cómo sería esta situación o decisión si me guiara el amor?

Tal vez esos momentos vengan más seguido. Tal vez se hagan presentes en nuestra vida de forma más continua.

La única forma de vivirlo es intentando. Recordándole. Recordándonos. En cada momento.

Este es el último artículo de esta serie. Puedes encontrar el primer artículo acá.